Por qué pedir el "todo en uno" no funciona si no tienes equipo ni estrategia detrás
Hace unos años, en una reunión con un CEO, me pidió lo siguiente: “Necesito que tú te encargues del SEO, las campañas de Google, las redes sociales, el branding, que generes leads y que además analices todo en un dashboard en tiempo real… Ah, y que no necesitemos contratar a nadie más”.
Me reí. Pensé que era una broma.
No lo era.
Esa conversación, que podría parecer exagerada, es mucho más habitual de lo que parece. Hoy, muchas empresas —especialmente pymes— buscan en un solo perfil de marketing lo que debería hacer un equipo entero. Esperan que un solo profesional combine creatividad, analítica, estrategia, tecnología y ejecución… Y, además, que tenga tiempo para responder emails, hacer presentaciones y llevar el calendario de publicaciones.
La pregunta que lanzo es simple:
¿Queremos un director de marketing… o un hombre orquesta?
El mito del "todo en uno"
En el imaginario de muchas organizaciones, el marketing es una única persona “polivalente” que se encarga de “hacer que se mueva todo”. Y sí, hay perfiles capaces de adaptarse y sacar adelante múltiples tareas. Pero una cosa es la versatilidad, y otra muy distinta es la omnipresencia.
Un director de marketing no puede (ni debe) ser diseñador, copywriter, analista, media buyer, SEO, project manager y técnico de automatización… todo a la vez. No porque no sepa un poco de todo, sino porque, sin equipo ni recursos, se convierte en un cuello de botella.
Cuando una empresa espera resultados sin invertir en estrategia, tecnología ni personas, lo que consigue es frustración, desgaste y, en muchos casos, rotación de talento.
Sin estrategia, no hay resultados (por muy bueno que seas)
No se trata solo de tener a “la persona adecuada”. Se trata de tener una dirección clara. El marketing no funciona por impulso, sino por sistema. Hace falta entender bien al cliente, tener una propuesta de valor coherente, alinear canales y mensajes, medir lo que importa… y, sobre todo, iterar.
Un caso real: en SDi trabajamos con una empresa que llevaba años invirtiendo en campañas online sin una estrategia clara. Tras hacer una auditoría, descubrimos que el 70% de su presupuesto iba a audiencias mal segmentadas, y que su web no estaba preparada para convertir visitas en oportunidades. ¿El problema era el canal? No. ¿Era el responsable de marketing? Tampoco. El problema era de enfoque: estaban pidiendo resultados sin haber definido objetivos concretos ni los medios para conseguirlos.

¿Qué sí funciona?
Estos son tres principios que desde SDi aplicamos cada vez que acompañamos a un director de marketing (o asumimos ese rol externamente):
Tener un plan, aunque sea simple
No hace falta un plan de 50 páginas. Pero sí una hoja de ruta con prioridades claras: qué queremos conseguir, en qué canales, con qué mensajes, en qué plazos.
Delegar con criterio
Un director de marketing no es quien lo hace todo, sino quien sabe qué hacer, en qué orden, y con qué apoyos. Externalizar parte de la ejecución (como campañas, SEO o diseño) puede ser clave para escalar sin quemar recursos internos.
Medir lo que importa
Olvidemos las métricas de vanidad. No es solo tráfico o seguidores. Lo importante es entender cómo cada acción contribuye al negocio: leads, oportunidades, clientes, margen.
Y sobre todo, cuidar al que lleva el timón
La presión por demostrar resultados inmediatos, el bombardeo de tendencias (“tienes que estar en TikTok, tienes que hacer un funnel, tienes que usar IA…”) y la soledad que muchas veces acompaña a este rol hacen que el burnout en marketing sea una realidad creciente.
Lo hemos visto muchas veces: personas válidas que se apagan porque se les exige todo, sin darles ni equipo, ni foco, ni respaldo.
No se trata de bajar el nivel, sino de elevar las condiciones. Un buen marketing necesita visión, tiempo y colaboración.
En resumen
El marketing no es magia. Y un director de marketing no es un superhéroe.
Es un perfil estratégico, clave en el crecimiento de cualquier empresa, que necesita respaldo, recursos y una estrategia coherente para poder aportar todo su valor.
Si estás pidiendo resultados sin tener un plan ni un equipo detrás, quizá no necesitas más esfuerzo… sino un mejor enfoque.
¿Te sientes identificado?
¡Hablemos! En SDi acompañamos a equipos de marketing para que dejen de sobrevivir y empiecen a escalar. 🚀

Guillermo Brugos Muñiz
CMO
Diseñando y ejecutando planes estratégicos, comerciales y de marketing